Comportamiento
discursivo de los verbos deícticos en muestras orales de hablantes de la ciudad
de Santiago de Cuba
Discursive
Behavior of Deictic Verbs in Oral Samples of Speakers
of the City of Santiago de Cuba
Tania ULLOA CASAÑA - Universidad de Oriente, Cuba
Resumen: En el presente artículo se analiza el
comportamiento discursivo de los verbos deícticos en muestras orales de
hablantes de la ciudad de Santiago de Cuba teniendo en cuenta el entorno
lingüístico y extralingüístico en que aparecen dichas formas y las intenciones
del emisor que lo llevan a su empleo. El estudio realizado permite observar que estas formas lingüísticas son
de interés, tanto desde el punto de vista de la teoría gramatical como desde la
óptica de su comportamiento discursivo, pues adquieren plenitud referencial
dentro del contexto pragmático en que son utilizadas.
Palabras
clave: comportamiento discursivo; verbos
deícticos; deixis especial; pragmática.
Abstract: This article analyzes the discursive behavior of deictic verbs in
oral samples of speakers of the city of Santiago de Cuba, taking into account
the linguistic and extralinguistic environment in which are these forms and the
intentions of the sender that lead him to his employment. The study shows that
these linguistic forms are of interest, both from the point of view of
grammatical theory and the perspective of discursive behavior, as they acquire
referential fullness within the pragmatic context in which they are used.
Keywords: Discursive Behavior; Deictic Verbs; Spatial Deixis; Pragmatic.
Plano
A modo de introducción
Los verbos deícticos
Sobre la muestra
Análisis
A modo de conclusiones
Bibliografía
Convenciones gráficas utilizadas
A modo de introducción Volver al inicio
1Los deícticos son aquellos
elementos que remiten al contexto (lingüístico o extralingüístico) que rodea el
acto de la enunciación. Señalan y sitúan, en el espacio y en el tiempo,
personas, objetos y acciones, tomando como punto de referencia el eje de
coordenadas centrado en el yo, aquí,
ahora del hablante, por lo que se convierten en unidades lingüísticas que
relacionan el enunciado con la situación en que es emitido.
2Una primera distinción básica
entre las unidades deícticas se relaciona con el tipo de información deíctica.
Desde este punto de vista, la deixis espacial codifica las referencias
locativas de los enunciados en relación con la situación y orientación física
de los participantes en el acto de habla (Escavy, 2009: 70).
3Desempeñan esta función, en la
lengua española, los pronombres demostrativos, los adverbios demostrativos de
lugar, los adverbios nominales transitivos e intransitivos, determinadas frases
preposicionales locativas y los verbos deícticos.
Los verbos deícticos Volver al inicio
4La denominación de verbos deícticos se basa en la oposición
esencial entre posición estática y dinámica –reposo o movimiento–. Cifuentes Honrubia
(1989: 59) observa que su conceptualización no es sino una categorización de
las relaciones físicas en términos gramaticales. La localización se fundamenta en la ubicación espacial de los
participantes del acto comunicativo, mientras el movimiento describe una trayectoria poniendo en
relación un punto de observación también vinculado con esa propia posición.
5E. Coseriu (1978: 34) fue uno de
los lingüistas en sugerir el componente deíctico del significado de
determinados verbos que han llegado a constituirse en un obligado apartado en
las investigaciones que tratan el tema de la deixis [1]. Establecer
una clasificación interna de estas categorías resulta una tarea compleja. La
mayor parte de los autores refiere dos grandes grupos: verbos de movimiento o
desplazamiento y de localización.
6En
los trabajos de Talmy (1985) y Traugott (1987), el movimiento y la localización
se analizan como partes de la misma noción. Así, Talmy (1985: 70) expresa que
un evento de movimiento es toda situación que contiene una trayectoria y una
localización estática. A su vez, Traugott (1987: 393) define la localización (location)
como una relación estática o dinámica con respecto a un punto de referencia
(Sanromán Vilas, 2012).
7Sus valores deíctico-referenciales
permiten, de esta forma, reunirlos en dos grupos:
- Los que expresan cambio de localización (por eso son también denominados
verbos de movimiento) en los que no solo se conceptualiza la trayectoria, sino
que puede aparecer focalizada en uno de sus puntos (origen, trayecto, meta) como ir, venir, traer, llevar, volver,
entrar, salir, llegar, regresar, bajar, subir.
- Los que focalizan el espacio de
localización como estar, situar.
8Los verbos de movimiento indican
el desplazamiento de un objeto en el espacio durante un periodo de tiempo. Este
desplazamiento se desarrolla siempre respecto a una o más entidades inmóviles
que sirven como marco de referencia. Normalmente, el sujeto que se mueve parte
de un punto de origen y llega a una meta. El criterio primario para la
determinación de los contextos deícticos en la selección del verbo, en estos
casos, es la posición del hablante y su destinatario con respecto al destino
del desplazamiento, el cual puede coincidir, o no, con el momento en que se
produce el intercambio comunicativo.
9Existen casos, como emigrar, exportar, importar, que
pudieran considerarse verbos deícticos si se atiende, por ejemplo, al hecho de
que emigrar supone un desplazamiento a un lugar siempre distinto de la
localización propia (normalmente limitada al país) de quien lo enuncia,
especificando de esta forma la situación espacial concreta de la situación
comunicativa.
10La caracterización semántica de los verbos deícticos determina, por
otro lado, el criterio de selección de las preposiciones, según los argumentos
locativos que se asignen en cada caso. La estructura léxica de los verbos del
primer grupo, por ejemplo, se organiza en relación con la orientación del
movimiento, lo que justifica la selección de la preposición a o de por parte del
lexema verbal, según se orienten en relación con el punto de referencia inicial o final del
desplazamiento: “Voy a Santiago de
Cuba; Vengo de Santiago de Cuba”; en,
por el contrario, señala el lugar dentro del cual está u ocurre aquello que
expresa el significado verbal “estar o hallarse”.
11Se
debe tomar en cuenta, sin embargo, la posibilidad de
conmutación que tienen las preposiciones según los diferentes contextos en los
que pueden aparecer. A y hasta: “Voy a Santiago de Cuba/Voy hasta Santiago de Cuba”, o para y
hacia: “Voy para la casa /Voy hacia la casa”, en todos los casos poseen el sema de orientación.
12Las correlaciones de preposiciones
son, por otro lado, formas complejas constituidas por dos de ellas, cada una
con su propio término, el primero constituido por el origen, el segundo, el
destino del movimiento o bien el límite de la trayectoria: “Voy de Matanzas a Cienfuegos”; “Lo llevé desde Cienfuegos hasta Matanzas”. El siguiente esquema
así lo ilustra:
Figura 1: Correlación de preposiciones (Waluch de
la Torre, 2008)
13Los
verbos ir y venir, traer y llevar, como se aprecia, tienen un
componente direccional expresado por el complemento de lugar; aunque en los contextos que implican la presencia del hablante en la meta del
movimiento es posible el intercambio de ir por venir o llevar
por traer. En tales casos, el emisor puede adoptar dos perspectivas
diferentes sin alterar el contenido significativo del mensaje:
- Alejamiento del punto de partida: "¿Me puede enseñar lo que lleva
usted en la maleta?"; "Mis
amigos fueron a Cuba a verme".
- Acercamiento al destino o meta: "¿Me puede enseñar lo que trae usted en la maleta?; "Mis amigos vinieron a Cuba a verme".
14Los verbos deícticos en español
son, por otro lado, fuente de numerosos marcadores discursivos o
conversacionales, como venga, anda, vaya, vamos; en otros
casos, expresiones, como “llegar a oídos
de alguien”, “entrar en éxtasis”, “entrar en calor”, “salirse de sus casillas”, pueden
describir un movimiento en sentido figurado o admitir, en contextos distintos,
usos tanto espaciales como atributivos: “Pedro se encuentra en
Berlín/Pedro se encuentra en apuros”.
Sobre la muestra Volver al inicio
15La muestra que se analiza se
compone, en este caso, de treinta grabaciones auditivas, correspondiente a
igual número de informantes, con una duración aproximada de quince minutos.
Para su recogida se estableció con cada informante una conversación
semidirigida en la que la investigadora se presentó como entrevistadora
participante. Esta técnica se ha revelado como un recurso de incuestionable utilidad
pues el intercambio puede conducirse como una conversación espontánea, con un
grado mínimo de formalidad semejante a aquellas que pudieran surgir
espontáneamente en contextos naturales.
16En el periodo de preparación previo al inicio de las grabaciones se
dispusieron los tópicos que servirían de guía para el intercambio, puesto que
el investigador es consciente de la variedad de temas sobre los cuales se puede
conversar y cuáles resultan más apropiados para el interlocutor
(Silva-Corvalán, 2001: 57). Las temáticas sugeridas de manera general fueron:
las tradiciones histórico-culturales y populares de su lugar de residencia, sus
costumbres, los gustos y aspiraciones de los informantes, sus valoraciones
sobre determinados asuntos de interés, así como otras preguntas de apoyo que
sirvieron como estímulo para propiciar el intercambio; aun cuando se estableció
para cada sesión de grabación este patrón organizativo, se buscó en todo
momento que la recogida de datos respondiera a un dinamismo interaccional.
17Novedoso resulta realizar la indagación en la
ciudad de Santiago de Cuba, segundo centro poblacional más importante de Cuba y
cuyos valores históricos y culturales la convierten en un sitio idóneo para
cualquier pesquisa de carácter humanístico y lingüístico en particular.
Análisis Volver al inicio
18Una vez recogida toda la
información y luego de su transcripción [2], la cual constituye una parte fundamental del análisis ya que implica
la primera manipulación de los datos obtenidos, se pasó a analizar el
comportamiento discursivo de los verbos deícticos presentes en la muestra a
partir del significado que adquieren en el contexto.
19Como se aprecia en los próximos
ejemplos, el yo codificador
representa el centro de orientación, determinando un punto de vista egocéntrico
que establece los límites espaciales a partir de una trayectoria marcada por un
origen (de Guantánamo, de la Sierra Maestra) y que culmina en
el marco local en que se ubica el enunciador durante el intercambio
comunicativo (para aquí, para acá).
En (2) resulta interesante el empleo del verbo deíctico (llevar) pues es usado en
este contexto por el hablante para
indicar permanencia en una región espacial (esta
provincia-llevo en ella):
(1) Yo vengo de la Sierra Maestra, a los dos años me
trasladé para aquí // comencé mis
primeros estudios en la escuela Ramón Rodríguez…
(2) Esta provincia claro que me
gusta y llevo en
ella ya muchos años/te cuento/yo soy de Guantánamo y vine para acá cuando mi
hijo tenía diecisiete meses de nacido…
20En otros casos se proyecta la meta
del movimiento hacia la posición que ocupa el hablante en el marco del
intercambio; el componente direccional y su localización se expresan mediante
un adverbio (vino-aquí) o un sintagma preposicional que
acompaña a la forma verbal en ese entorno sintáctico (vino-a mi casa). En (4)
se produce un movimiento hacia la posición del hablante, pero en el momento en
que se produjo el evento comunicativo, trasladándose imaginativamente el origo
espacial a una situación distinta a la de la enunciación.
21En (5) el verbo de localización estar es usado en la expresión (cuando estábamos
en buenas) para referirse, en este caso, a un determinado periodo de tiempo
en el que se produce un movimiento (vino
el ciclón Flora) muy relacionado con el objetivo argumental de la
conversación:
(3) Cuando vino aquí Chano Pozo, vino a ver que en Los Hoyos [3] se bailaba rumba todos los
domingos…
(4) Cuando cumplí mis dieciocho
años automáticamente vino un oficial a mi casa a entregarme una citación de la unidad militar de
San Lorenzo puesto que tenía que pasar el servicio militar…
(5) Yo empecé a trabajar en 1946
estuvimos luchando y cuando estábamos en buenas vino el ciclón Flora/que devastó la finca de mis padres por completo…
22En otros casos, las coordenadas
espaciales donde se situaron los eventos referidos se establecieron a partir de
la descripción de un movimiento con destino explícito (vinieron para acá, íbamos a
la escuela, entré a la universidad);
en el último ejemplo, la utilización de la forma verbal (cuando yo entré a la universidad) muestra una reinterpretación de las
características espaciales objetivas asociadas al parámetro de interioridad (cuando yo comencé a estudiar en la
universidad):
(6) Mis padres vivían en aquel tiempo en
otra provincia/de ahí vinieron para acá//yo nací aquí…
(7) Yo nací antes del triunfo de
la Revolución y no había este desarrollo que hay hoy en día//cuando aquello íbamos a la
escuela casi a los siete años…
(8) Uno tiene que adaptarse en la
vida a todo/cuando yo entré a la universidad
aquello fue algo impactante para mí/…
23En (9) se menciona un movimiento
hacia el espacio enunciativo que nunca se produjo (nacieron aquí/ no vinieron de ningún lugar) para indicar el origen
de la tradición que se cuenta, aunque se proyecta, en otro momento, un cambio
de localización espacial (las exportamos nosotros hacia otros lugares) que
legitima los hechos contados. Se puede realizar, además, en este caso, una
lectura deíctica en el empleo del verbo exportar
(al indicar un desplazamiento hacia una posición siempre distinta a la del
hablante), como también ocurre con el
sustantivo extranjero en el ejemplo
(10) (unas personas que se habían ido al
extranjero):
(9) En esa zona/ahí en la esquina/se preparaba una gran olla
donde todo el mundo aportaba a esa sopa/los pedacitos de carne que lo amarraban en una soguita de pita y traían
del matadero/que aportaban una vianda y demás/se cocinaba/en una fogata bien grande/las personas buscaban la leña
y se repartía entre todo el conglomerado de esta zona/se llamaba la sopa de los negros o la sopa de Los Hoyos// esas características son genuinas/son autóctonas/se tomaron de aquí y nacieron aquí/no vinieron de ningún lugar/sin embargo, sí las exportamos nosotros
hacia otros lugares…
(10) Se le quemó la casa/tuvieron
que tumbar paredes/tumbar el techo/perdieron casi todo y tuvieron que sacar
todas las personas que vivían aquí/a la calle para protegerlos del fuego/para que no los devorara el fuego//el
señor no tenía nada más que eso para
vivir/pero un día le dieron una casa entre M y la otra calle/una magnífica
residencia de unas personas que se habían ido al extranjero y le dieron la casa del señor…
24El fragmento (11) describe una
costumbre funeraria; puede notarse el uso de verbos direccionales (salir-entrar) en los que no solo se
conceptualiza la trayectoria, sino que aparece además focalizada en el origen y
el destino (salen de su casa-entran en el
cementerio-salen del cementerio). Otros aspectos que merecen comentarse
son, por un lado, el empleo de volver
en (se le despide el duelo/entonces vuelve la conga), pues adquiere en este
contexto otro significado (se le despide
el duelo/entonces suena nuevamente la conga);
y, por otro, el uso de subir en (desde el primer momento del toque y están
haciendo esas cosas se suben) donde refiere cuestiones pertenecientes a la
religiosidad popular y no desempeña su papel semántico al expresar relaciones
espaciales:
(11) Cuando muere un músico de la
conga/sea quien sea/lo primero que se le hace es un homenaje en su casa/en el lugar donde lo están
velando/allí la conga se reúne/tomamos el acuerdo de lo que vamos a hacer/reunimos los músicos/lo uniformamos// entonces fijando el
horario para salir /entonces la conga toca
dos o tres números tradicionales y luego
entonces salen tocando hasta el cementerio/entonces como
está prohibido entrar por el público/porque el
público se pone muy malcriado/la conga para/entonces entran
los instrumentos sin tocarlos/entonces se le despide el duelo/ entonces vuelve la conga y las personas salen con ella//hasta la gente/el personal que baila se suben…
25Relacionado con lo anterior, en
(12), donde se narra una de las tradiciones de la conga, la muy conocida
invasión [4], puede observarse el empleo de un verbo deíctico orientado en el eje
gravitatorio (se pidió permiso y bajó desde Trinidad/Moncada/Martí/ con un
millón de gente bailando y gozando), que describe un
desplazamiento con una extensión a partir de diferentes puntos de referencia (desde Trinidad hasta Martí). Por otro lado, el significado
del componente deíctico expresado en cuando
vino el ritmo de la conga se
refiere concretamente, en este contexto, al momento en que se escuchó el ritmo
de la conga:
(12) Cuando tuvimos un acto en la placita de Santo Tomás en
la clausura de la semana de la cultura santiaguera ((...)) cuando vino el ritmo de la conga con la
corneta china/se
pidió permiso y bajó
desde Trinidad (*)/Moncada/Martí/ con un millón de gente bailando y gozando/eso se hacía siempre para esa
época//vi también como picaron a una mujer en la conga/vi que la mujer fue sangrando/fue una herida
muy grande/fue en aquí
en el abdomen(*)//incluso vi que las vísceras estaban afuera/la cargaron rápido/se la llevaron en un carro...
26En (13) el hablante refiere con la
expresión los instrumentos se les bajaban que los tambores, como
consecuencia del toque continuado, se pusieron fláccidos; en este caso se produce
una localización deíctica inherente. Si bien la dimensión vertical suele
organizarse universalmente a partir del eje cielo-tierra, en el ejemplo el eje
utilizado es el que proporciona la superficie del tambor:
(13) Cuando la conga salía tocaba
tres cuadras y había que parar /no porque se cansaban los músicos sino porque los instrumentos se
les bajaban y entonces ellos tenían que
sacar los periódicos del bolsillo/hacer una candela/una fogata y darles calor
para tensarlos y entonces poder seguir tocando…
27Interesante resulta en (14) las ojeras nos llegaban a la boca el uso
del verbo deíctico para establecer una localización en el cuerpo humano; en
este propio ejemplo, el verbo meter,
por otro lado, no señala la dimensión interior (nadie se metía si tú no ibas al aula, si no bajabas a comer, si salías
de la escuela/si no entrabas), sino que es utilizado con otro significado (a nadie le interesaba si tú no ibas al aula, si no bajabas a comer).
La partícula condicional aporta a la interpretación, pues presenta los hechos a
partir del cambio de localización constante:
(14) Lo bueno de todo era que en la
beca no te controlaban/nadie se metía si tú no ibas al aula/si no bajabas a comer/si salías de la escuela/si no entrabas//también
se podía salir a otros lugares//hubo
un tiempo que cogimos de ir a la
playa, que eso era muchachos van y muchachos vienen de la playa/llegábamos y
entonces salíamos para cualquier
centro de recreación nocturno y al otro día íbamos para el aula que las ojeras nos llegaban a la boca...
28 Relacionado con el comentario anterior en (15), el verbo llegar indica
el punto final de un trayecto (cuando llegué al noveno grado) que se hace corresponder con un determinado lapso de tiempo:
(15) Me
puso en la escuela de música en la
Vasfuentes, que es una escuela taller/no tiene mucho prestigio/para
mí/fue muy importante en mi vida, pero
lamentablemente esta escuela no tiene mayor nivel/no
está al nivel de otras escuelas de música en el país/cuando llegué al noveno grado no pude continuar/intenté
pero Dios tiene el control de todo y él sabe las cosas...
29La interpretación en (16) de la carne venía a la carnicería, el yogurt no
viene todos los días depende de la existencia de una base de conocimientos
compartidos entre los interlocutores que permiten anclar las formas deícticas a
la situación comunicativa en que son emitidas; debido a la personificación
producida, el objeto que se desplaza adquiere el sema de (+) animado,
otorgando entonces a la expresión en su conjunto otro significado (la carne la vendían frecuentemente; el yogurt no lo venden todos los días).
30En el ejemplo (17), el verbo
denota un movimiento hacia el hablante pero en sentido abstracto (de dónde me vino esa idea) adquiriendo,
de esta forma, valor reflexivo; es empleado para autentificar sus criterios y reflexiones
personales. En el último fragmento (18) se observan dos empleos diferentes del
adverbio (ahí). Primeramente indica
cercanía de un movimiento que se orienta hacia la meta (se decía ahí vienen los congos) y, en el otro, un uso anafórico (vienen los congos ← de ahí se deriva la palabra conga) relacionado con elementos que
han aparecido previamente en el enunciado:
(16) Comíamos carne variada/la carne venía a la carnicería semanalmente/la alimentación nos hace falta porque ya estamos viejos/entonces el yogurt no viene todos los días/pero bueno/la vida antes…
(17) De dónde me vino esa idea/de que un poco se ha
deteriorado actualmente esa imagen que tiene que ver con la elegancia del
habitante de esta comunidad entonces en aquel tiempo…
(18) Cuando le permitían al cabildo
salir y subían
por la calle Santo Tomás que se
decía ahí vienen los congos/que se supone que de ahí se deriva la palabra conga que usamos actualmente…
31Merece comentarse, en el ejemplo
(19), el significado de
la expresión viene
el tifo, pues expresa las connotaciones semánticas que se pueden adquirir en el
contexto; en este sentido la
personificación sugiere que la enfermedad está siendo frecuente cerca de la
zona que sirve de escenario a la historia contada. En el mismo ejemplo conviene
advertir la presencia de ir como auxiliar
en una perífrasis de infinitivo en la que no se proyecta un movimiento concreto
(no vas a vacunar los muchachos),
pues la acción y la carga semántica o significativa se centra concretamente en
el segundo elemento (vacunar); de
igual forma ocurre en (20), voy a sacar:
(19) En una ocasión un loco me puso
una vacuna/en aquel monte donde vivíamos/entonces llegó y le dijo a mi mamá: Ana /¿no vas a vacunar los muchachos?
y mi mamá le dijo: Bueno, no están aquí, y él le dijo/tú sabes que viene el tifo y el que no se vacune se muere y yo estaba escondido y salí corriendo
y me puso la vacuna otra vez…
(20) Según como él dice eh ((...))
terminaba un carnaval/el mismo día/el último día del carnaval/que cogen la
premiación/que ya ellos se sientan en el Foco
Cultural de Los Hoyos a festejar el triunfo/y por eso dice: Ya yo tengo lo que voy
a sacar el año próximo//esas tradiciones desde aquel tiempo se conservan…
32En (21), (22) y (23) resultan
interesantes algunos usos discursivos de los deícticos analizados; como, por
ejemplo, la manera de enmarcar un determinado lapso de tiempo a partir del
empleo de un verbo deíctico con foco en la meta (viene de lunes a viernes); o en llevé
el departamento al primer lugar, donde no se produce un movimiento
orientado hacia una posición distinta de la ubicación del hablante, pues
refiere, en este caso, el empeño personal y la constancia en el trabajo del
productor del texto. En el último fragmento (23), la construcción estativa aquí estoy, cuyo significado básico se
relaciona con la coordenada espacial de la enunciación, actúa en ese contexto
como respuesta afirmativa ante una posible petición que le antecede (si me llaman):
(21) Lo que hice fue que pedí la
baja y me dediqué a estar aquí/todo eso duró desde el 2003 hasta el 2010, que fue que se graduó//ahora me dedico aquí a los nietos/la niña la
tengo en la escuela/la llevo/la traigo porque ellos viven
distantes y la traigo para acá y cuando comience preescolar viene de lunes
a viernes…
(22) Me fui para la escuela del
partido/acepté irme para la escuela de
economía en Aguadores y llevé el departamento al
primer lugar/hoy por hoy me encuentro aquí en
la casa/jubilado y agradecido de la
Revolución…
(23) Así estuve durante los cinco
años hasta que por fin vine para aquí y continúo trabajando como enfermera en el
policlínico//ahora están evaluando los potenciales de las enfermeras que ya fuimos a Venezuela, pues estamos propuestas para
ir a Brasil y si me llaman/aquí estoy…
33En (24) el verbo de desplazamiento (llegar), que focaliza la parte final de
la trayectoria y su acción culmina al alcanzar la meta, es empleado en un
enunciado (aquí,
esperando que me llegue la hora definitiva) con otro sentido; el hablante hace recaer la
acción sobre sí mismo para atenuar la carga semántica (yo estoy
aquí esperando la muerte). En este caso, el tiempo discurre hacia el
enunciador, que se queda inmóvil; el origo espacial se traslada
metafóricamente al origo temporal. En el último fragmento, (25), el
significado de (tú llegas a la conclusión) implica, en este contexto, un
proceso acumulativo que presupone la existencia de una trayectoria recorrida
antes de alcanzar la meta (esta zona es la mejor):
(24) Yo fui una gente que me cuidé
mucho de no cometer errores y mira hoy como todo el mundo tiene su casa y
todavía no he terminado la mía/por ser bueno y honrado//antes la gente me respetaba/yo voy a las reuniones, y todo eso se valora, pero ya estoy
cansado/sigo con un salario bajo y aquí/esperando que me llegue la hora definitiva.
(25) Tú vas a La Habana/Martí/tú ves aquí/Martí/en Matanzas te hablan de Martí/hasta en canción se escucha Martí//así tú llegas a la conclusión de que esta zona
es la mejor.
A modo de conclusiones Volver al inicio
34Tras el estudio realizado puede afirmarse que los verbos deícticos de movimiento fueron las categorías espaciales empleadas
para indicar desplazamientos que se orientan desde la posición del hablante (ir, salir, llevar); las trayectorias
hacia el punto de anclaje referencial fueron poco frecuentes (venir, traer, llegar); así como los
movimientos hacia la dimensión interior (entrar)
y vertical (subir, bajar). El
siguiente cuadro resume los datos estadísticos que apoyan estas regularidades:
Figura 2: Resumen de la frecuencia de uso del
total de los verbos deícticos
presentes en la
muestra analizada
35La utilización de los verbos deícticos posibilitó, por otro lado, la
aparición de una gama compleja de empleos, como son: la reinterpretación de las
características espaciales objetivas asociadas al parámetro de interioridad, el
significado conceptual del movimiento y la extensión del sentido de dirección.
Estos usos evidenciaron los múltiples valores semánticos que se pueden adquirir en el contexto, los
cuales se relacionan, en cada caso, con el objetivo
argumental de la conversación en particular; para ello, los deícticos espaciales
son situados en contextos pertinentes que permiten dotar de esa interpretación
significativa a estas expresiones lingüísticas a partir de la existencia de una
base de conocimientos compartidos entre los hablantes.
36El
estudio realizado demuestra que estas formas lingüísticas son de interés, tanto
desde el punto de vista de la teoría gramatical como desde la óptica de su
comportamiento discursivo, pues adquieren plenitud referencial dentro del
contexto pragmático en que son utilizadas.
Bibliografía Volver al inicio
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Madrid: Editorial Gredos.
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y Pragmática del español. Washington DC: Georgetown University Press.
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Lexical Forms”. En Timothy Shopen
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Igor Alexandrovic Mel’čuk. Moscú: Jazyki Slavjanskoj Kultury, 538-553.
Waluch
de la Torre, Edyta (2007). Análisis contrastivo de las preposiciones espaciales en español,
portugués y polaco. Tesis doctoral inédita. Universidad de
Varsovia/Universidad de Granada.
Convenciones gráficas utilizadas Volver al inicio
/ | Pausa corta inferior al medio segundo. |
// | Pausa
entre medio segundo y un segundo.
|
/// | Pausa
de un segundo o más.
|
((...)) | Fragmento indescifrable.
|
¿ ? | Interrogaciones.
|
¡ ! | Exclamaciones.
|
(en)tonces | Reconstrucción de una unidad léxica que
se ha pronunciado incompleta.
|
Ah, ee | Interjecciones y
vocalizaciones
|
(*) | Gestos e indicaciones de tipo no verbal.
|
[1] El proyecto ADESSE
(Alternancias de Diátesis y Esquemas Sintáctico-Semánticos del Español), en la
Universidad de Vigo, ha creado una importante y extensa base de datos con
información sintáctico-semántica de estos verbos, definidos a partir de
criterios fundamentalmente semánticos.
[2] En el Anexo se presentan las convenciones gráficas utilizadas.
[3] Según el articulista Cisneros Jústiz
(1981), el barrio adoptó tal nombre “en razón de las excavaciones hechas para
extraer tierra y desecar la parte baja de la ciudad que estaba cubierta por las
aguas del mar en amplios tramos. Por quedar los huecos en donde se extraía la
tierra, el pueblo se dio en llamar a este sitio donde había más de un bohío
como el barrio de los hoyos de sacar tierra, que con el tiempo tan solo quedó
como Los Hoyos”.
[4]
Se denomina invasión
a la visita que realiza la conga, agrupación músico-danzaria, a otros barrios,
llevando tras sí gran cantidad de personas.

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